El Departamento de Cultura del Ajuntament de Gandia dedica el mes de diciembre a la figura del fotógrafo alemán Jürgen Schadeberg con tres exposiciones simultáneas que recogen una selección de trabajos realizados a lo largo de los sesenta y cinco años de carrera profesional.
Nacido en 1931 en Berlín, con apenas 20 años Schadeberg se fue a vivir a Sudáfrica donde comenzó a trabajar en la revista DRUM como director de arte y fotografía. Esta publicación retrataba una sociedad africana tribal, tratando temas superficiales de la vida cotidiana de la clase media negra. No obstante, la popularidad de la revista entre la población negra, la convirtió en una plataforma donde editores y fotógrafos empezaron a mostrar la verdadera realidad de esta sociedad.
DRUM describía el mundo urbano negro, las luchas, los problemas, las ambiciones, consiguiendo reflejar su estilo de vida en las ciudades y en los Townships.
En 1964 Schadeberg dejó Sudáfrica y estuvo viviendo en Norte América y Europa donde trabajó como reportero gráfico. Su obra ha sido expuesta en galerías de todo el mundo y ha publicado varios libros sobre diferentes momentos y temáticas de su trayectoria profesional. También ha dirigido junto con su mujer, la productora Claudia Schadeberg, varios documentales sobre la historia política y social de Sudáfrica.
Schadeberg retrató el sur africano con poderío, tocando todos los ambientes, desde lo social a lo político, desde la vida de la calle a los conciertos de jazz en Sophiatown, en un blanco y negro y con un movimiento que suena al ritmo puro de aquellas veladas en las que sólo la música era capaz de tapar la realidad y la crueldad de la discriminación. Retrató, sobre todo, la división social existente entonces en Sudáfrica. Imágenes de una sutileza increíble para describir la muralla que existía entre las razas: dos sociedades, dos intereses, dos mundos. Uno ajeno al otro.
Cuando aterrizó allí, Schadeberg era como un habitante llegado de otro planeta, ni arte ni parte de ninguno de los dos lados de ese muro infranqueable que luego se iría resquebrajando. Pero tuvo una ventaja: podía pasar y detenerse en uno y en otro. Y retratar sin descanso. Y lo hizo con respeto y grandeza en todo caso. Por la noche se encontraba en una fiesta de disfraces de blancos, y a la mañana siguiente, en una reunión del partido de Mandela… «El yin y el yang», como señalaba él.
Durante el mes diciembre la sala Coll Alas y los espacios expositivos de la Biblioteca Central acogen tres muestras del fotógrafo alemán.
- Sala Coll Alas. La danza de los bosquímanos del Kalahari. Un documento gráfico que, aparte del valor artístico, tiene un importantísimo contenido antropológico y humano, un homenaje a los hombres y mujeres que forman el pueblo San o bosquimano, uno de los más antiguos del mundo, que como tantos otros, ha sido víctima de la ambición y la falta de escrúpulos de los que nos consideramos “civilizados”.
- Biblioteca Central. La brecha de la pobreza. En esta exposición Schadeberg nos muestra los duros contrastes de la sociedad sudafricana del siglo XXI. Cómo a pesar del fin de las leyes de segregación racial, las distancias entre ricos y pobres han aumentado de forma acelerada. Mientras una parte pequeña de la sociedad ha prosperado de manera significativa, una gran masa de gente vive en la pobreza, en condiciones de vida muy precarias.
- Claustro de la Biblioteca Central. Momentos seleccionados. Una visión crítica y apasionada de la segunda mitad del siglo XX y las primeras décadas del presente, como testigo privilegiado de algunos de los acontecimiento más importantes que ha vivido la humanidad en los últimos 70 años.
