Agua es la palabra que mejor define uno de los espacios más valiosos a la vez que más castigados del País Valenciano, el Parque Natural del Marjal de Pego-Oliva. El agua, abundante, dulce, limpia y de una calidad excepcional, ha moldeado durante milenios el paisaje y ha permitido el crecimiento de una importante comunidad vegetal y animal con ejemplares únicos en el mundo. Pero el agua también ha favorecido una fuerte interacción humana, una fortísima antropización de un ecosistema muy sensible que parece encontrarse, a día de hoy, en un delicado equilibrio.
El marjal de Pego-Oliva es una valiosísima zona húmeda situada entre las provincias de Alicante y Valencia, entre Pego y Oliva; se encuentra rodeada por las sierras de Mustalla al norte, Migdia en el oeste y Segària al sur, una estratégica herradura que protege uno de los mejores humedales de la Península. A lo largo de sus 1.250 hectáreas de superficie, delimitadas por los ríos Bullent o Coto al norte y el Racons o Molinell al sur, se extiende una red de afluentes, canales y acequias que otorgan al paraje una vida y unas características tan peculiares que justificaron plenamente la declaración de Parque Natural el 27 de diciembre de 1994. El marjal también forma parte del Convenio Ramsar de protección mundial de humedales desde 1971, está declarada zona de especial protección de aves (ZEPA) y se encuentra integrada dentro de la Red Natura 2000 de la Unión Europea.
RUTAS
El río Salinar
Apta para bicicletas y caballos. Duración: 1 h 30 min Distancia: 1,6 kmNacimiento del río Salinar
Dejamos a la izquierda la Muntanyeta Verda y a unos 50 metros nos encontramos con un afloramiento de agua. La gran cantidad de especies vegetales semiacuàticas, como es el caso de las boves, nos indican que justo allí tiene lugar el nacimiento del río del Salinar.
Por la senda que bordea este río observamos a nuestra derecha la vegetación palustre característica de esta zona, como los juncos y los cañizales, y también otras especies como la menta.
Senda del Salinar
Llegamos a un punto y observamos el río con detenimiento. Podemos comprobar que el caudal del río está determinado por la gran cantidad de afloramientos de agua subterránea (ullals). Justo enfrente observamos la gran diversidad de especies botánicas que conviven; esta interrelación se denomina, técnicamente, ecotó. Estas especies son: algarrobos, olivos, lentisclos, higueras de pala… que conviven con plantas como por ejemplo el senill, el junco, y los lirios amarillos, entre otros.
Blau del Calapatar
Siguiendo la senda, vemos como el río se ensancha y el agua que tiene es completamente cristalina. Estamos ante un camino perpendicular a nuestra senda. Si miramos hacia la derecha, observamos la sierra de Segària, fácilmente reconocible por parecer un rostro humano en uno de sus vértices; al fondo, encontramos el Montgó, otro parque natural de la Comunidad Valenciana, importante por los endemismos y las características orográficas. Es entonces cuando nos desviamos hacia la izquierda (hay que recordar que estamos dando la vuelta a la Muntanyeta Verda), cruzando el río del Salinar por un puente de piedra. Unos 50 metros más adelante, donde el Salinar desemboca en el Bullent, nos encontramos a nuestra derecha con una zona conocida como el Blau del Calapatar, donde podemos observar con detenimiento el río Bullent y, sobre todo, la vegetación acuática: la lengua de ganso, el Miriophyllum, el Ceratophyllum, etc., asociada con la vegetación semiacuàtica y palustre, ya mencionadas anteriormente. También en este lugar, vemos los restos de una casa de piedra que data, como mínimo, del 1610, cuando el cronista Escolano la citó en una de sus obras.
Así pues, retomamos el camino que, una vez más, bordeando la Muntanyeta Verda, nos conduce a nuestro punto de partida.
Fuentes: www.auntirdepedra.com, web ayuntamiento de oliva
