Un hombre al borde de la esquizofrenia nos invita a viajar entre los pliegues de su cerebro. Un personaje caradura, rebosante de ternura, sarcasmo y locura. Nos muestra los efectos adversos de vivir en nuestros tiempos a través de gags absurdos y habilidades inusuales. Con un ritmo frenético y mucho humor, Kerol nos sorprende con una miscelánea de malabares excéntricos y beatbox bufón.