Qué mejor momento que estos años veinte para volver justo un siglo atrás a rescatar esa década de locura, alegría y diversión. Zapatos de charol, elegancia a raudales y ritmo.
Malabares desenfrenados, swing y claqué para reivindicar que ese “White Bottom” (literalmente “culo blanco”) salte del sofá y nos ponga bien las pilas.