El cierre del Museo de Santa Clara: con el Arzobispado hemos topado

El Arzobispado de Valencia retiró el pasado 5 de junio un centenar de obras de arte que se exponían en el Museu de Santa Clara. El delegado de Patrimonio Artístico del Monasterio de Santa Clara, Ximo Company, ha alegado que esta decisión se ha tomado ante la demora del Ayuntamiento de Gandia en nombrar un director del museo y «la ausencia de un organigrama, una planificación y una estructura de personal exquisitamente única y singular” .

museo santa clara-300Así pues, las obras han pasado de nuevo bajo la custodia del monasterio donde han permanecido durante siglos, enclaustradas, como la orden que ocupa este cenobio, en condiciones que no son las más adecuadas para la conservación que requieren. Más de 600.000 euros del dinero público se emplearon en la restauración de este catálogo que incluía sólo una parte del patrimonio que el convento atesora y que proviene, en gran parte, de donaciones de familias y nombres ilustres de la historia de la ciudad.

El museo se inauguró en 2015 tras trece años de negociaciones entre el Ayuntamiento de Gandia y el Arzobispado de Valencia. Para albergar esta colección, una de las más importantes de arte religioso del País Valenciano, el Ayuntamiento acometió una inversión de casi dos millones de euros  para la rehabilitación del Antiguo Hospital de San Marc, anejo al convento. El catálogo expuesto incluía obras de pintores como Paolo da San Leocadio, Nicolau Falcó, Joan de Joanes, José de Ribera, y de escultores como Pedro de Mena, así como una notable muestra de orfebrería del siglo XVI.

El motivo por el cual el museo carecía hasta la fecha de un director es consecuencia del Plan de Ajuste Económico financiero al que se ha sometido a la administración local desde el Ministerio de Hacienda, que no permite la creación de nuevas plazas de funcionarios. Como una posible solución, se instó a la Generalitat Valenciana a que mediante un convenio se hiciera cargo de la dirección, una gestión compleja que se estaba negociando cuando Company, aprovechando un día de cierre por descanso del personal, vació las instalaciones.

El Arzobispado de Valencia, pues, no ha atendido a razones y ha dejado a la ciudad sin museo, exhibiendo un talante cerril y ultramontano, en la línea, como no podía ser de otra manera, de las actitudes y manifestaciones de su purpurado Arzobispo.

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