Esta ruta es un recorrido por el legado monumental y artístico de Gandia. Un itinerario que nos descubre el pasado esplendoroso de una ciudad cuya influencia política y cultural fue determinante en episodios trascendentales en la historia del País Valenciano, de España y de Europa. 

El mejor punto de partida para este paseo por la historia de Gandia es la Plaça Major, centro neurálgico donde se puede disfrutar de uno de los entornos más bellos de la ciudad.

 

Iglesia Colegiata de Santa María

 

 

Nuestra primera visita está en esta misma plaza, la Iglesia Colegiata de Santa María. Su construcción sobre una primitiva iglesia cristiana del siglo XIII se inició a mediados del XIV bajo el ducado de Alfons el Vell y se prolongó hasta principios del XVI. Se trata de un ejemplo del estilo gótico catalán cuya arquitectura se caracteriza por la funcionalidad y la austeridad ornamental. Una sobriedad que buscaba crear una atmósfera que invitara a la oración y al recogimiento.

En el conjunto se pueden diferenciar dos fases constructivas. Su disposición inicial estaba compuesta por cinco tramos y la cabecera, en un espacio interior unitario, amplio y diáfano, de una sola nave con capillas entre contrafuertes y una capilla mayor en la cabecera.

La cubierta está resuelta mediante una bóveda de crucería. La iglesia inicial comprendía lo que la mitad del templo hoy, es decir, desde la cabecera hasta la puerta sur, llamada también Puerta de Santa María o del Mercado. El campanario, aunque sigue el canon barroco, no es el original ya que fue derribado por los terremotos de 1598-1599. El actual fue restaurado a mediados del siglo XVIII. 

La segunda fase constructiva se llevó a cabo entre 1499 y 1520, en pleno tránsito del Gótico al Renacimiento, cuando la iglesia se amplió con cuatro tramos más por encargo de María Enríquez, abuela de san Francisco de Borja y regente del ducado de Gandia entre 1497 y 1511.

En esta ampliación ya se observan elementos en la pintura y en la escultura que anuncian la imposición del nuevo estilo, como la portada principal o Puerta de los Apóstoles atribuida a  Damià Forment  (“el escultor más famoso y cotizado de toda la Corona de Aragón” como le define el historiador Ximo Company) o  las 23 tablas del retablo mayor, desaparecidas durante la Guerra Civil,  que se encargaron al prestigioso pintor italiano de la época Paolo da San Leocadio, uno de los principales introductores del Renacimiento en España.

De estas obras poco queda en la actualidad por el deterioro y, como ya hemos mencionado, por su destrucción durante la Guerra Civil de 1936. En esta contienda despareció también el relicario de la Santa Espina, que donó el papa Alejandro VI, suegro de María Enríquez, y que había sido montado con las joyas del ajuar de su hija Lucrecia.

María Enríquez consiguió de Alejandro VI, además, una bula en 1499 por la cual a la iglesia de Santa María le fue otorgada la dignidad de Colegiata. Este edificio siguió ampliándose con el IV Duque de Gandia, Francisco de Borja. En 1547 logró el privilegio del Papa para que el deán, es decir, el abad, pudiera usar mitra y báculo en las solemnidades.

 

Ayuntamiento

 

 

De camino al Palacio Ducal, nuestro próximo destino, pasamos por delante del edificio del Ayuntamiento de Gandia cuya construcción data de 1772. La fachada es de estilo neoclásico, obra de Vicente Gascó, y se puede leer una inscripción que lleva el nombre del rey Carlos III. Es la única parte que se conserva en su estado original ya que el resto ha sufrido reformas desde entonces. En la parte superior hay una balaustrada con cuatro bustos de piedra que representan las cuatro virtudes cardinales (justicia, fortaleza, templanza y prudencia), que deberían guiar a los gobernantes.

 

Palacio Ducal

 

 

A pocos metros del Ayuntamiento, subiendo por la calle Santo Duque, llegamos al Palau Ducal, posiblemente el monumento borgiano más representativo, que fue residencia de los duques de Gandia. Allí nació Francisco de Borja en 1510 y vivió como IV Duque de Gandia; de hecho se conserva su habitación y la máscara mortuoria que se le realizó.

El Palau Ducal ha sido testigo de la historia de la capital de la Safor desde prácticamente su nacimiento. Fue el infante Pere de Ribagorça quien habiéndole sido otorgada la villa de Gandia por su padre Jaume II el Just en el 1323, eligió este emplazamiento para fijar su residencia al tratarse del punto más alto de la ciudad. En esta ubicación se iría configurando con el tiempo lo que posteriormente sería el Palacio Ducal.

Pero fue el hijo primogénito de Pere de Ribagorça, Alfonso de Aragón (llamado Alfonso el Viejo), primer duque de Gandia, el primero en ampliar y ennoblecer el edificio, como requería el título de ducado que le había sido otorgado a la ciudad por parte del rey Martín I el Humano. El palacio vivió así su primera época de apogeo con una corte de artistas, poetas y escritores entre los que se encontraban Ausiàs March y Joanot Martorell, convirtiéndose así en centro neurálgico del denominado Segle d’Or de la literatura valenciana .

La segunda época de esplendor llegó con los Borja al adquirir Rodrigo de Borja (futuro papa Alejandro VI) el ducado de Gandia que en ese momento pertenecía al rey Fernando el Católico. La buena administración de los duques de Borja y las ganancias producidas por el cultivo de la caña de azúcar, hacen que la ciudad viva una etapa de prosperidad que se manifiesta en las importantes actuaciones que se llevan a cabo en el Palacio Ducal con la incorporación de estilos más modernos siguiendo los cánones de cada una de las épocas.  

El Palacio Ducal ha sido construido, ampliado y restaurado a lo largo de siete siglos, por lo que encontramos vestigios del primitivo palacio gótico de los siglos XIV y XV, aportaciones renacentistas del XVI, transformaciones barrocas propias del XVII y XVIII y reconstrucciones neogóticas del XIX y del XX . 

Tras casi un siglo de expolio y abandono, 1889 fue adquirido en pública subasta por la Compañía de Jesús. En los últimos años se ha llevado a cabo, con el apoyo de fundaciones e instituciones oficiales, una ingente labor de conservación y recuperación de este patrimonio.

En su web se puede consultar el horario de las visitas guiadas, muy recomendables,  y la programación de actividades.

 

Convento de Sant Roc

 

 

Terminada nuestra visita al Palacio Ducal, nos adentramos en el corazón del centro histórico (ver mapa) y llegamos a la Plaça Rei En Jaume, donde se encuentra otra de las construcciones de gran valor histórico.

A la derecha, según entramos en la plaza, está el Convento de Sant Roc, fundado por el V duque de Gandia Don Carlos de Borja y Meneses, hijo mayor de san Francisco. Este convento franciscano abrió sus puertas en 1591. Aún conserva partes de su estructura inicial como el claustro, que merece la pena visitarse. Por la parte trasera, en la calle Duque Carlos de Borja, se abre la primitiva iglesia de convento.

En la fachada de este templo se conserva el escudo en mármol del V duque de Gandia, con la fecha bien visible de 1586 y las armas de los Borja y los Centelles, pues don Carlos se casó con doña Magdalena Centelles, heredera del condado de Oliva, uniendo así ambos estados. Actualmente el edificio del Convent de Sant Roc alberga la Biblioteca Central y el Archivo Municipal. 

Al otro lado de la plaza un edificio singular, lo que fue en su dia el Gran Cine Royalty, inaugurado en 1920. Aún conserva parte de su fachada de estilo modernista presidida por dos grandes escudos en cerámica, el de la ciudad y el de Valencia. Durante muchos años acogió la mayor parte de actividades y actos culturales que se organizaban en la ciudad.

Casa de Cultura Marqués de González de Quirós

 

20 años casa cultura gandia

Seguimos nuestro recorrido y nos dirigimos hacia el Passeig de les Germanies (Paseo Germanías), justo enfrente se encuentra la Casa de Cultura Marqués González de Quirós, más conocida entre los ciudadanos de Gandia como la Casa de la Marquesa. Su construcción data de finales siglo XIX por encargo de la familia Valier Lapeyre, una de las más acaudaladas de la sociedad gandiense de la época.

Aunque iba a tener un uso residencial, se diseñó con una estructura defensiva palatina. Consta de planta baja, la planta noble y un segundo piso y está flanqueada por dos cuerpos superiores semejando dos torres defensivas. 

En la fachada resaltan unas imponentes puertas de madera rematadas con elementos en hierro forjado así como el acabado de las rejas de las ventanas y los balcones. Ya en el interior destaca la escalera de mármol adornada por una barandilla ricamente ornamentada con finos hierros dorados. 

En la parte trasera del edificio se encuentra un acogedor jardín romántico con gran variedad de especies autóctonas, donde podemos aprovechar para un breve descanso y tomarnos en su coqueto quiosco el café de media mañana. En el año 2000, se convirtió definitivamente en la Casa de Cultura de Gandia, y desde entonces ofrece una programación estable durante todo el año, en la que se realizan exposiciones, conferencias y conciertos. Cuando llega el buen tiempo, muchos de estos actos se trasladan a los jardines.

 

Teatre Serrano

 

 

Después de la Casa de la Marquesa, y sin cambiar de acera, por el mismo Paseo de las Germanías,  a unos 200 metros veremos la fachada del Teatro Serrano. Construido en honor al músico valenciano José Serrano, fue inaugurado en el verano de 1900 como Teatro Circo y cambió su nombre a Teatro Serrano en 1912. 

La fachada, reformada en 1921, es de estilo modernista y en ella aún se pueden observar algunos elementos cerámicos y en vidrio propios de esta arquitectura. A finales del siglo pasado fue adquirido por el Ayuntamiento y se reformó toda su configuración interior. Actualmente acoge en sus salas proyecciones de cine y representaciones teatrales, danza, ópera, etc.

 

Torreón del Pino

 

 

Continuamos por la calle San Rafael hasta llegar a intersección con la calle Alzira. En este cruce encontramos los restos restaurados de las murallas de la ciudad que forman parte de la ampliación que acometió el IV duque de Gandía, Francisco de Borja. 

Esta empresa fue una de sus primeras obras , preocupado por dotar de protección a la parte de la villa que había crecido en el exterior del primer recinto amurallado. Con el paso de los años y el crecimiento de la ciudad  se convirtieron en un obstáculo para su expansión y fueron derribadas en 1881. 

 

Antigua Universidad

 

 

Después nos dirigiremos a la calle San Francisco de Borja o Vila Nova donde nos encontraremos al principio de la calle con el edificio del Colegio de los Escolapios. Lo bordeamos, pasando por delante de su capilla (ver mapa) y llegamos a la plaza de las Escuelas Pías donde  visitaremos la antigua Universidad de Gandia (1549-1772) fundada por el IV Duque y III General de la Compañía de Jesús, Francisco de Borja, que sería la primera universidad de la Compañía.

Lo que en principio era el proyecto del colegio de san Sebastián, emprendido por san Francisco, se transformó a petición del mismo duque de Gandia al papa Paulo III en Universidad cuando aún ni siquiera estaban teminadas las obras del colegio. Por sus aulas pasaron el mismo Francisco de Borja y otros personajes ilustres como Baltasar Gracián o el botánico Antonio Cavanilles. Tras la expulsión de la Compañía de Jesús en 1767, por decreto de Carlos III, la Universidad apenas resistió unos años, y así en 1772 cerró sus puertas. La antigua Universidad hoy es un centro docente de los escolapios y sede de la UNED.

En la misma plaza, frente a las puertas de la antigua Universidad, cinco esculturas de bronce, obra de Manuel Boix, representan cinco personajes de la familia Borja: los papas Calixto III y Alejandro VI, sus hijos César y Lucrecia y el IV duque de Gandia. Las estatuas se colocaron en la plaza de la antigua Universidad en 1998.

 

Convento de Santa Clara

 

 

Después de la visitar la Universidad nos dirigimos a la calle Mayor en el núcleo del centro histórico y nos desviamos por la calle Loreto, y continuamos, cruzando la calle San Pascual, siguiendo por la calle Pare Gomar y llegamos a la plaza María Enríquez.

En este punto encontramos el Convento de Santa Clara, fundado en 1423 por Violante de Aragón, hija del duque real Alfonso el Viejo. Se trata de un edificio de estructura gótica, si bien se han realizado importantes reformas. Actualmente está habitado por una congregación de monjas clarisas que viven en régimen de clausura.

En su interior guarda un magnífico patrimonio artístico, con obras de José Ribera, Paolo de Matteis y Francisco Ribalta, entre otros. Muchas de estas obras fueron donadas por la familia Borja, según se documenta en legajos testamentarios encontrados. Desde 2015, parte de esta colección se expone en el Museo de Santa Clara, situado a pocos metros de este convento.

En el retablo del altar mayor de su iglesia, que es la única parte que se puede visitar del cenobio, podemos ver las dos únicas obras que se exponen en Gandia de Paolo da San Leocadio, dos óleos sobre tabla realizados entre 1507 y 1510, Nacimiento y  La Ascensión.

 

Hospital de Sant Marc

 

 

El Hospital de Sant Marc fue una institución para pobres y viajeros que mantuvo su actividad durante más de 600 años, desde el siglo XIV hasta 1973. La fundación de esta institución es anterior a los Borja, aunque se atribuye al Duque Alfonso el Viejo. La madre de Francisco de Borja adquirió varias viviendas anexas al hospital para su ampliación, una reforma que culminó su hijo.

El edificio es de estilo gótico valenciano y destacan la Sala de Hombres, con arcos apuntados, así como las bóvedas de la Sala de las Mujeres, una de las joyas arquitectónicas de visita obligada.

Actualmente, el Hospital de Sant Marc acoge el Museo Arqueológico de Gandía, también conocido como MAGa y desde 2015 el Museo de Santa Clara, que reúne parte de la importante colección artística de la Comunidad de las Hermanas Pobres de Santa Clara que las monjas franciscanas han conservado a lo largo de los siglos.

Nuestro paseo ha finalizado pero le podemos sugerir otros monumentos que merecen la pena visitarse. 

 

Fuentes:

Biblioteca Direcció General de Patrimoni Artístic de la Generalitat Valenciana.
La Parra, SantiagoLa ruta valenciana de los Borja. Escapadas-Punto Cero. Gandia, 1997.
La Parra, SantiagoPor tierras de los Borja. Publicación electrónica de la guía editada por el Consell Municipal per a la commemoració del Centenari del naixement de sant Francesc de Borja, Ajuntament de Gandia y CEIC Alfons el Vell.
Costa, Esperança. La Gandia dels Borja. Guía electrónica publicada en la web www.elsborja.org
Audiovisuales de la Ruta Territorio Borja en Gandia

 

 

Ruta Centro Histórico

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