La costumbre social de ir de tapas no está muy arraigada en Gandia. Al menos no como en otras ciudades donde esta tradición sí tiene una fuerte implantación hasta el punto de formar parte de su singularidad gastronómica y turística. No obstante, hace unos años los establecimientos hosteleros del centro histórico pusieron en marcha una iniciativa para incorporar la tapa en su oferta y crearon una ruta de tapeo, popularmente conocida como el Destapa`t.
Así, todos los jueves, los locales que participan en la ruta ofrecen por el precio de 2,5€ una tapa y su correspondiente bebida. La excelente aceptación de esta iniciativa la ha extendido a otros barrios de la ciudad, cuyos bares y restaurantes han creado también su propia ruta en este caso, los viernes.
Rutas de tapeo en Gandia
Destapa`t. Todos los jueves. Locales del Centro Histórico, Raval y Plaça del Prado. Facebook
Corea tapea. Los viernes en los locales asociados del distrito de Corea. Facebook
De picaeta per Roís de Corella. Los viernes por los bares adscritos de esta zona. Facebook
En este mismo blog, en la sección de «Restaurantes en Gandia», se mencionan establecimientos que incluyen esta especialidad en su carta.
Algunas tapas de la cocina autóctona
En el recetario de la gastronomía de Gandia y la comarca predominan los platos elaborados con productos frescos de la huerta y de la mar. Las tapas no son una excepción, tanto es así, que la mayoría de estas preparaciones apenas requiere una elaboración mínima o muy sencilla. Aunque algunos de estos platos son originarios de otras zonas, la diferencia la aporta la calidad de sus ingredientes autóctonos. A continuación proponemos algunas de estas especialidades que vale la pena descubrir y que se pueden degustar en la mayoría de bares y restaurantes.
Figatells: Es una pequeña hamburguesa que se elabora con la carne más humilde del cerdo, el tocino magro y el hígado, a la que se le añaden piñones y especias, todo envuelto con una mantellina. Se prepara a la plancha y se sirve sobre una rebanada de pan.
Espencat: Sus ingredientes principales son el pimiento y la berenjena horneados (aunque también se puede añadir tomate y cebolla), pelados y cortados a tiras (pencar significa «cortar a tiras»). Se dejan macerar unas horas con un generoso chorro de buen aceite de oliva y un par de ajos picados por encima. Se suele añadir algún tipo de salazón, como bacalao o pulpo seco, aunque el más popular es la bacaladilla a la llama (conocida en nuestra zona como capellà). Se consume en frío o del tiempo y preferiblemente sobre rebanadas de pan tostado.
Clòtxines: Es el nombre que recibe lo que en otras zonas se conoce como mejillones. Se preparan en una cazuela condimentados con pimentón dulce, laurel, medio limón en dos cuartos (entero, no el zumo), unas bolitas de pimienta negra, sal y opcionalmente se le añade un chorrito de vino blanco o cerveza. Un consejo: cuando lo pida, y aquí está la diferencia, pregunte si los mejillones son de la zona. Son más pequeños y de un color más pálido pero su sabor es mucho más delicado.
Coques de dacsa o a la calfó: Lo incluimos en este apartado si bien en la mayoría de hogares donde aún forma parte del recetario casero suele ser un primero o incluso plato único (dependerá de las unidades que uno esté dispuesto a consumir). No obstante es bastante frecuente encontrarlo como tapa o entrante en las cartas. Se trata esencialmente de una torta de maíz, aunque lleva un poco también de harina de trigo, algo más pequeña y de más grosor que la crêpe. Se suele acompañar o rellenar con salazones, verduras, queso, huevo o embutidos. Acepta todas las combinaciones posibles.
Sang amb ceba (sangre encebollada): Es un plato muy popular en la cocina valenciana, catalana y balear. El ingrediente principal es la sangre hervida (que puede ser de pollo, cerdo o cordero) sofrita con cebolla y condimentada con hierbas aromáticas.
Gamba amb bleda (camarones con acelgas): Se elabora con camarones en una de sus variedades de agua dulce. En los pueblos de la comarca se recogían en las propias fuentes o en las acequias (como en Castellonet de la Conquesta, donde son la delicia local por excelencia). La combinación del sofrito con el camarón y la acelga (previamente hervida) es realmente sabrosa.
Petxines o tellinas: Antes de pedirlas debe asegurarse de que son de la costa de Gandia. Si no, no se moleste. Se preparan simplemente dejándolas sobre una plancha muy caliente hasta que se abren y se les añade un poco de sal y unas gotas de limón (opcional). No son baratas, pero vale la pena.
Pepitos: Es una receta popular que solía prepararse el día de Pascua para ir a comer o merendar al campo. Se trata de unos pequeños panecillos mojados en leche rebozados con huevo y fritos. Suelen rellenarse con pisto y carne picada o atún. Son deliciosos aunque su abuso no es muy aconsejable para quienes tengan algún problema con las calorías.